Buenos Aires
 

¡SI TÚ ME DIERAS!

¡Si me dieras tu corazón!
y en mi pecho palpitara,
yo encontraría la ilusión
de ver amanecer mañana.

¡Si me dieras tus pupilas!
y me quitara la ceguera,
vería a mi pobre madre
que llora y se desespera.

¡Si tú me dieras tu riñón!
cuando ya no lo necesites,
yo abandonaría el sillón
donde atada me conociste.

Los órganos son imperios
que nadie tiene recambio,
si tú no puedes usarlos
piensa, si quieres donarlos.

Ellos seguirán latiendo,
en cuerpos recomendados,
donde llegarán corriendo
para ser ya, trasplantados.

Tu decisión, es importante,
tú salvarás los órganos
y si necesitas trasplante,
alguien te dará sus manos.

CON TODO MI CARIÑO
A LOS DONANTES DE ORGANOS

ANTONIA NAVARRETE LEBRATO
MAYO 2010

Volver al menú principal